taller de arte

"El dibujo es un ejercicio de orientación y como tal se puede comparar con otros procesos de orientación que tienen lugar en la naturaleza. Cuando dibujo me siento un poco más cerca de cómo se orientan en vuelo los pájaros o de cómo encuentran un escondrijo las liebres cuando se las persigue o de cómo saben los peces dónde desovar, los árboles buscar la luz o las abejas construir sus celdas. Soy consciente de una compañía lejana y silenciosa. Casi tan lejana como las estrellas. Compañía, no obstante. Y no porque estemos en el mismo universo, sino porque estamos implicados en una forma comparable de búsqueda, cada cual a su modo.
Dibujar es una forma de indagar. Y el primer impulso genérico a dibujar se deriva de la necesidad humana de búsqueda, de marcar ciertos puntos, de situar las cosas y situarse uno mismo".
John Berger.

lunes, 11 de marzo de 2013

estampa japonesa

Hacia el siglo XI d.C. se desarrolla en China la xilografía. La técnica consistía en unas planchas de madera en las que se cincelaba en negativo una imagen, para luego pasar una capa de tienta y presionarla contra un papel para obtener una impresión en tinta y en positivo. El resultado era un grabado con los mismos principios escenciales que el grabado occidental posterior. 
 Las primeras estampas japonesas consistieron en grabados que se difundieron rápidamente por toda el área budista y por el Lejano Oriente, Japón incluido. A partir del siglo XVI, se desarrolló de manera extraordinaria una serie de estampas populares impresas e inspiradas en la pintura popular llamada ukiyo-e. La idea original consistía en producir pinturas populares a precios asequibles, que a la larga condujo a la aparición de una estética profundamente japonesa que ha llegado hasta el mundo actual a través del manga.
En Japón la estampa y el grabado xilográfico se desarrollaron de manera independiente de la pintura y obedecían a sus propias necesidades. Esta estética llego a su máxima expresión durante los siglos XVIII y XIX, sobre todo con las figuras de Utamaro, Hokusai, Hiroshige y Kuniyoshi.
Las estampas japonesas supusieron una auténtica revelación para los artistas europeos del siglo XIX, siendo uno de los referentes para las nuevas corrientes artísticas impresionistas y postimpresionistas. Occidente incorpora, a través de la llegada de la estampa japonesa, una serie de recursos estilísticos como el predominio del dibujo lineal, el uso de colores planos, sin sombras, los formatos alargados, el encuadre cortado, la diagonal, el siluetado, contornos definidos y el gusto por una decoración ordenada.

Utamaro (1753-1806)



 


Hokusai (1760-1849)





Hiroshige (1797-1858)


 





Kuniyoshi (1797-1861)







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